La lógica capitalista amenaza los últimos remanentes de bosques en el Chocó Andino de Pichincha.

La lógica capitalista amenaza los últimos remanentes de bosques en el Chocó Andino de Pichincha.

En el Chocó Andino de Pichincha existen 53 concesiones mineras. La parroquia Pacto es el epicentro de la actividad extractiva, observamos como el extractivismo minero es impulsado como política económica desde 1950 por parte de un Estado incapaz de proponer alterna􀆟vas económicas sostenibles y de garantizar los bienes y servicios de base para la vida como el agua y el alimento. Estado y capital multinacional proponen el sacrificio de territorios, poblaciones y culturas ancestrales por un puñado de billetes para apalear su situación política inmediata, evidenciando una profunda crisis del sistema político y económico global.

Capitales nacionales y multinacionales, escoltados por el estado ecuatoriano violan los derechos de la naturaleza y de las personas, como la protección de la biodiversidad, la soberanía alimentaria y la seguridad hídrica atentan contra la heredad natural, arqueológica e histórica del pueblo Yumbo y de la reserva de Biosfera del Chocó Andino, comprometen en los modos de vida y la cultura campesina.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible ¨ODS¨ parecen una utopía; en este contexto, las comunidades organizadas han conformado un Frente Antiminero ¨sí a la panela, al café, a la leche, al cacao, a la producción agrícola, al turismo y no a la minería¨ y ¨resistir es nuestro derecho¨, son los lemas que marcan esta minga por la vida, el agua y la naturaleza.

Denunciamos el intento de criminalización de los y las defensoras de derechos, el fraccionamiento del tejido social y jurídico del territorio a consecuencia de la actividad minera metálica, que no solo es incompatible con el uso del suelo de la Mancomunidad del Chocó Andino; sino que además despoja a las comunidades de los bienes comunes y atenta contra la vida de los campesinos colocándolos en situaciones de vulnerabilidad y de riesgo.

Autora: Yuly Tenorio

Opinión de Ronald Torres

Opinión de Ronald Torres

El Chocó Andino, como muchos otros territorios rurales de Ecuador y del mundo, se encuentra en una disyuntiva vital. Por un lado, se cierne la amenaza de la implantación forzada de un modelo extractivista que busca rentabilidad a corto plazo, que erosiona la naturaleza, la comunidad y la cultura campesina, que centraliza los recursos y que opera en esquemas propensos a la corrupción. Por otro lado, está la propuesta de los territorios, de las comunidades y de los gobiernos locales que confían en que una economía próspera y abundante puede coexistir y apoyarse en la naturaleza, no sólo conservando lo que ya tenemos sino trabajando en procesos para su restauración y regeneración.

En esta edición, la número 12 del Boletín de la MCA, mostramos varios actores, redes e iniciativas que vienen trabajando en el Chocó Andino y que van configurando un ecosistema de valor que va tejiendo poco a poco condiciones para facilitar el surgimiento de modos de vida regenerativos. En el Chocó Andino se pueden identificar al menos dos factores claves que confluyen para el emprendimiento regenerativo, en primer lugar, se debe reencontrar los vínculos con la naturaleza de la que somos parte, valorarla, sentir el privilegio de vivir en este territorio y entender que si nos acoplamos a los ciclos y procesos naturales seremos seguramente más abundantes a largo plazo. Por otra parte, se debe contar con herramientas accesibles y apropiadas que faciliten el camino de los emprendedores como redes de apoyo, acceso al conocimiento, apoyo técnico y financiero, entre otros.

Estos elementos han venido trabajándose con éxito desde hace varios años en el Chocó Andino, es por esto que durante el año 2020 se ha podido aplicar la metodología Factorías del Conocimiento que nos ha permitido impulsar aún más el emprendimiento regenerativo en el Chocó Andino, con énfasis en jóvenes y mujeres. Este boletín presenta también una sección de noticias de la MCA, donde podemos informarnos acerca de los últimos logros del proceso Mancomunado en temas de planificación, gestión de residuos sólidos y algunos procesos de articulación con el Distrito de Educación como elementos clave para seguir buscando el buen vivir en la ruralidad y el pleno acceso a derechos y servicios básicos.

Ronald Torres
Fundación Imaymana

Factorías del Conocimiento. Modelo de desarrollo Humanista y Sostenible.

Factorías del Conocimiento. Modelo de desarrollo Humanista y Sostenible.

Que nadie se quede atrás… que todas las personas tengan la posibilidad de acceder a una educación y a una capacitación de calidad, para poder construir su proyecto de vida, con la libertad de poder decidir, cómo y dónde van a conseguir su sueño, ese, que les haga más felices y con el que se sientan más realizadas.

Así, crearemos el mundo que necesitamos, avanzando juntos bajo las premisas del respeto, el compromiso y en armonía con el ambiente. El legado que hemos heredado de nuestros antepasados, supone para todas, un patrimonio que nos ayuda a generar nuevas propuestas adaptadas a la realidad que vivimos. Su articulación con nuevos saberes, con las tecnologías y con el manejo de destrezas enmarcadas en las competencias genéricas, nos sitúan en un lugar de privilegio para posicionarnos ante los grandes retos de la nueva realidad, para vivir en un mundo sostenible que garantice las necesidades básicas a todas las personas y en todos los territorios.

Muchas organizaciones y personas hemos asumido el reto de abordar una nueva forma de aprender, de trabajar y crear valor desde la economía del conocimiento. Con este foco, trabajamos en un nuevo modelo para el desarrollo, que integra el apoyo a proyectos emprendedores, capacitación en materia de nuevas competencias, emprendimiento y liderazgo, creación de nuevas actividades económicas y empresariales, desarrollo de proyectos sociales… un modelo integrando las tecnologías y los saberes ancestrales. Una propuesta que genera proyectos personales con un fuerte compromiso con sus entornos, lo que posibilita la creación de espacios favorables para la motivación y posicionamiento de todas las personas para apoyar y trabajar en la lucha contra la despoblación y el abandono masivo hacia las megápolis y las ciudades.

En el Chocó Andino, la Asociación de Universidades Populares, Emprendedorex y la Fundación Imaymana, gracias al apoyo de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Junta de Extremadura, hemos encontrado los ingredientes necesarios para la puesta en marcha del proyecto Factoría del Conocimiento. En un momento histórico adverso, que nos ha puesto a prueba la capacidad del modelo para adaptarse a realidades difíciles. Aun así, gracias a la implicación de las participantes, las tecnologías MOOC 3.0, su red de alianzas y el firme compromiso de las organizaciones implicadas, se han conseguido importantes resultados caracterizados por un fuerte compromiso social, y el nacimiento de numerosas inicia􀆟vas emprendedoras que se consolidarán como alterna􀆟vas al desarrollo.

Juan Carrillo Magro
Director del Proyecto Factorías del Conocimiento
Asociación de Universidades Populares de Extremadura.

Flores comestibles

Flores comestibles

¿Por qué comer flores?

Diversos tipos de flores han sido consumidas por los humanos en toda nuestra historia, en especial en las cocinas tradicionales de China, India y Roma. Actualmente su uso viene ganando fuerza en la gastronomía, en una búsqueda de que el acto de comer sea una experiencia auténtica, que cautiva también por los ojos.

Las flores aportan un atractivo visual a numerosos platos llevando frescura y sabores inusuales que sorprenden.
Aportan diferentes aromas y colores, no solamente en los platos crudos y cocinados, pero sobre todo en aceites, vinagres, mantequilla y bebidas tanto calientes como frías.

Aunque a veces sólo se utilicen de forma decorativa por sus llamativos colores y olores, mucha gente aún no sabe de los beneficios nutricionales y medicinales que las flores tienen.

Las flores comestibles contienen aminoácidos, vitaminas (en especial C y A), minerales, lípidos y proteínas. Por lo general las flores son ricas en flavonoides, que son las sustancias responsables de dar color a los pétalos. Estas sustancias, como la antocianina, confieren el color morado, azul y rojo a los pétalos. Las antoxantinas, en cambio, brindan diferentes tonalidades de blanco y crema.

Los carotenoides llegan a nuestro organismo a través de los pétalos de color amarillo fuerte y anaranjados. Son poderosos antioxidantes que limpian y mejoran el funcionamiento de las células del cuerpo humano.

En el polen existen mayores concentraciones de lípidos y proteínas, en algunos casos su consumo puede causar alergias a personas más sensibles (por ejemplo, asmáticos), por lo que para consumir determinados tipos de flores (como los girasoles y las caléndulas) se utilizan solamente los pétalos.
Las flores tienen alto contenido de agua en su composición, por este motivo su almacenamiento es delicado y, dependiendo del método, pueden alterar su sabor, color o textura.

Durante la preparación del alimento se recomienda poner las flores en agua, pero para almacenar a largo plazo, pueden ser guardadas en frascos con circulación de aire en la refrigeradora, otras pueden mantenerse bonitas por algunos días en el florero. También pueden ser cristalizadas en azúcar, congeladas en cubos de hielo o simplemente secadas (deshidratadas) para su conservación y posterior uso.
La preservación en alcohol, vinagres y aceites (estos deben ser guardados en la refrigeradora), también es útil cuando lo que se requiere es preservar el color o sabor de una flor.

¿Qué tipo de cultivo deben tener las flores comestibles?

Hielos con flores. Foto y preparación: Nina Duarte

Las flores utilizadas en nuestra alimentación deben ser silvestres o cultivadas orgánicamente. Las flores silvestres por lo general están libres de agroquímicos y ofrecen sabores más intensos. Sin embargo, también pueden estar expuestas a contaminantes del ambiente, como metales pesados provenientes de la carretera o contaminantes originados en las actividades productivas e industriales del entorno.

En el caso de las flores de venta en floristerías y mercados, hay que tener en cuenta que estas son cultivadas para uso ornamental y pueden contener rastros de substancias dañinas a nuestra salud, tales como: pesticidas, insecticidas, fertilizantes u hormonas que pueden provocar envenenamientos, alergias u otras reacciones adversas al ser consumidas.
La manera más recomendable de consumir flores es cultivarlas en casa o asegurarse del método con el que fueron sembradas y cosechadas.

¿Cuándo cosechar?

La mejor hora para cosechar flores para la alimentación y uso medicinal es en horas de frescor y en el pico de la floración. No se deben cosechar flores enfermas, atacadas por insectos o cerradas (a menos que esta sea la indicación).
De preferencia se las toma directamente de la planta, no del piso.
Las flores caídas en el piso en algunos casos pueden ser utilizadas, sin embargo, es recomendable evaluar el estado de conservación y calidad de las flores antes de consumirlas.

La mejor parte para el consumo, por lo general son los pétalos, ya que las partes reproductivas (estambre, pistilos y ovario) pueden contener amargor y las sépalas puede ser más fibrosas.

Flores tóxicas para el consumo humano

Claro está que no todas las flores son comestibles, varias de ellas pueden ser tóxicas para los humanos. Las flores tóxicas contienen elevados contenidos de alcaloides, generados por las plantas como protección frente a depredadores.
El grado de toxicidad puede variar según las especies y el grado de sensibilidad de las personas. Algunos ejemplos de flores no comestibles son: azalea (Rhododendron sp.), narcisos (Narcissus sp.), dedaleras (Digitalis sp.), beladona (Atropa belladonna), entre otras.

 

Criterios de selección de Plantas de la guía

Criterios de selección de Plantas de la guía

Existen muchísimas PANC creciendo o que podrían ser cultivadas en el vasto territorio del Chocó Andino, lo cual representa una inmensa oportunidad para mejorar nuestra soberanía alimentaria y calidad de vida. Sin embargo, en este primer módulo de la guía, hemos seleccionado solamente 25 plantas, las cuales cumplen con los siguientes criterios:

  1. Plantas que están actualmente creciendo en el territorio y representan una oportunidad de alimento inmediato.
  2. Especies que tengan mayor potencial gastronómico y culinario. Que sean sabrosas y que con ellas se puedan elaborar platos sencillos.
  3. Balance entre plantas que producen hojas, raíces, frutos y flores comestibles, de manera que podamos diversificar aún más nuestra dieta.
  4. Acceso fácil a las semillas o plantas dentro del territorio, de manera que las comunidades puedan reproducirlas, cultivarlas y experimentar con ellas fácilmente.
  5. Plantas que tienen un ciclo corto de producción, o sea, que demoran máximo 2 años para empezar su cosecha. No fueron incluídos varios frutales de lento crecimiento que producen alimentos no convencionales, esperamos poder incluirlos en otra ocasión.

 

Cuidados generales al cosechar y consumir

Cuidados generales al cosechar y consumir

En primer lugar, debemos asegurarnos de haber identificado correctamente la planta antes de consumirla. Se puede revisar cuidadosamente la fotografía en la guía e investigar sobre la planta en su localidad. Si existen dudas, hay que buscar en otras guías y consultar a expertos/as. Al consumirla, probar en pequeñas cantidades para reducir riesgos de alergias o reacciones no deseadas.

Considerando que muchas de las PANC pueden ser encontradas en estado silvestre o cultivadas en espacios públicos, es importante tomar en cuenta algunos cuidados en la cosecha y consumo de estas plantas.

Las plantas silvestres que crecen en espacios públicos están expuestas a factores de contaminación como: polvos de la carretera, metales pesados originados por combustibles fósiles, orina de animales e incluso químicos como veneno para ratones o herbicidas.

Las plantas cultivadas en espacios públicos pueden, además de los factores mencionados anteriormente, contener agroquímicos (como pesticidas y fungicidas que usan para su manejo) que contaminan y reducen la calidad nutricional del alimento. Este es el caso de plantas ornamentales que también son comestibles, como el nastuerzo, rosas, hibiscos y demás flores comestibles mencionadas en esta guía.

Las plantas también pueden estar cerca de un ambiente contaminado, como basureros, rellenos sanitarios o agua contaminada. En este caso no se recomienda su consumo.

Las flores comestibles, que son vendidas como ornamentales, no deben ser consumidas. Pueden ser adquiridas, sembradas y cultivadas de forma orgánica, y posteriormente los nuevos brotes o flores podrán ser utilizados para el consumo.
Por estos motivos es importante observar las plantas y su entorno, procurar saber los cuidados agronómicos que son aplicados y procurar cosechar las partes menos expuestas a estos factores de contaminación. Se recomienda cosechar lejos de carreteras, del piso y del alcance de animales domésticos.

Además, lavar muy bien las partes de consumo y si es necesario hacer un blanqueamiento (poner la parte de la planta que será consumida en agua hirviendo por unos minutos).

Finalmente, si no se está seguro sobre la identificación de la planta, o si no se sabe si es realmente comestible, es mejor no arriesgarse. Mejor tomar una foto y procurar aprender más sobre la planta, su historia y usos.

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